Hoy os vamos a hablar de Almadén, uno de
tantos pueblos españoles que hasta que los visitas pueden pasar desapercibidos
pero que, una vez visitados, ya no se borran de tu memoria. Es curioso que un
pueblo con tanta historia y tan cerca de lugares como Madrid (300km), Córdoba
(120km) o Ciudad Real (98 km) no reciba más atención.
Almadén es un pueblo que está en el
imaginario de todos por sus famosas minas de mercurio (las más importantes del
mundo, por cierto), pero es mucho más que eso, algo que os descubriremos en las
próximas líneas.
Las minas de Almadén
Hablar de Almadén es hablar de sus minas.
Las importancia que el subsuelo del pueblo ha tenido en el desarrollo del mismo
es inimaginable. Así, lo que hoy son sus grandes atractivos solo pueden
explicarse por su relación con la mina.
Las minas se explotan desde hace más de
2000 años, aunque a partir de 2011 vieron cómo la prohibición del mercurio en
la UE las condenaba a la decadencia. Desde ese momento el pueblo ha tenido que
reinventarse y buscar otras formas de desarrollo más allá de la explotación
minera. Hay que decir que no lo están haciendo nada mal y lo mejor es ir allí
para comprobarlo.
Las minas esconden muchas historias entre
sus galerías. Casi un tercio de todo el
mercurio que en algún momento ha circulado por el mundo ha salido de aquí.
Debemos saber que los usos de este metal son infinitos pues mientras los
romanos lo usaban para extraer un colorante natural en la época del
descubrimiento de América, su uso fue masivo por su utilidad para extraer oro y
plata. Las minas de Almadén han sido en varios momentos de la historia el
recurso financiero de todo el país (gracias al mercurio Carlos III puedo
costear guerras o devolver parte de la deuda del estado).
No obstante, lo más curioso viene ahora.
Las minas han sido durante muchos años trabajadas por esclavos o forzados. La
dureza del trabajo era tal que ser condenado a Almadén era un castigo peor que
las propias galeras.
Estos condenados pasaban sus días entre la cárcel y la
mina, pasando de una dependencia a la otra por unos pasadizos subterráneos
construidos a tal efecto, por lo que a la dureza del trabajo se le unía la
ausencia de luz durante todo el día, la pérdida de la noción del tiempo…
En el Parque Minero de Almadén podemos conocer y vivir la historia de las minas de una manera muy amena e interesante,
pues la visita además del museo incluye una bajada a la auténtica mina. Estas
visitas se hacen acompañadas por un guía que suele ser un ex minero y que se
desvive por contar todo lo que hay que saber sobre el funcionamiento de la mina
y todas sus curiosidades.
Sistema de desagüe |
Baritel de San Andrés |
En la visita se puede ver cómo funcionaban las
vagonetas (la visita acaba subido en una de ellas!!!), cómo era el sistema de
desaguado o el baritel de San Andrés (llamado la Capilla Sixtina de la
minería, Imperdible!!).
La entrada cuesta 13€ y dura entre 3 y 4 horas.
Plaza de Toros de Almadén
Como ya hemos dicho, todo en Almadén tiene
relación con sus minas. La plaza de toros, una de las más antiguas de la
historia y la única hexagonal del mundo, fue antaño el lugar en el que vivieron
los mineros (hubo un incendio durante dos años en la mina y durante ese periodo
los temporeros tuvieron permiso para poder vivir en unas casas en lo que hoy es
la plaza).
Dicha Plaza es ahora el centro neurálgico del pueblo. En la actualidad,
además de seguir celebrándose festejos taurinos, se pueden organizar en ella bodas,
eventos hípicos, conciertos…
No obstante la autentica joya de la plaza es el
hotel Plaza de Toros.
Tuvimos la suerte de alojarnos en su suite y es impagable la sensación de estar durmiendo en una plaza de toros, algo que, dicho sea de paso, solo puede hacerse en este lugar. La amabilidad de sus dueños hace que la experiencia sea completa.
Dentro de la plaza tenemos también el
restaurante El Trapío donde podremos comer platos típicos de la zona mientras contemplamos
la plaza (no os vayáis sin probar las berenjenas, el guarrillo frito o la
alboronía).
Hospital, Academia… seguimos con la
relación con la mina
Otras visitas que se pueden hacer en
Almadén son:
- Hospital de mineros. Primer
hospital que se dedicó a tratar enfermedades profesionales. Indispensable para
entender la historia de las minas. El hidragirismo (la enfermedad del sombrerero
loco) era la principal enfermedad que se trataba aquí.
-
Academia de minas. La más
antigua de Europa. Aquí se formaban y se siguen formando los ingenieros que han
ayudado a explotar las minas.
- Cárcel de forzados. Podemos
visitar también lo que queda de la cárcel y ver un video explicativo sobre toda
la historia de los forzados.
-
Dehesa Castilseras. Antiguo
lugar de recreo de los mineros. Hoy es un bonito paraje natural en el que poder
hacer turismo cinegético, ornitológico o senderismo. http://dehesacastilseras.es
La última sorpresa: Curro
No nos gusta la tauromaquia, pero lo que
más recordamos de Almadén es la experiencia que vivimos con el torero Félix
Jesús Rodríguez. A las afueras del pueblo dispone de una finca en la que poder
celebrar eventos, aprender algunas nociones de toreo o hacer rutas a caballo
como la que hicimos nosotros.
Bien, pues allí, además de Félix, también vive
Curro. Este toro bravo se comporta con su dueño como si fuera un perro y ver
esa escena y el cariño mutuo que se tienen nos hizo reconciliarnos un poco con
el mundo del toro.
Si tenéis la oportunidad de conocer a Félix y a Curro seguro
que os pasa lo mismo.
Ya sabéis, si queréis pasar un día o un
par de días relajados considerad la opción de Almadén. Seguro que os vais de
allí con un buen recuerdo y con muchos amigos.
Para cualquier info, la Dirección del Hotel Plaza de Toros estará encantada de ayudaros, y sino, no dudéis en escribirnos!
Nuestros más sincero agradecimiento a la gente que hizo posible que nos enamorásemos de Almadén: Alberto y María, El Equipo de El Trapío, Félix, Curro, Calcetines y Familia, Queserías Merchán, Ayuntamiento de Almadén, El Equipo del Parque Minero, Hospital y Academia de Minas y Lolo y todo el personal de la Dehesa.
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