Aprovechando
nuestra visita a Roma quisimos investigar algo más sobre el Coliseo, pues, a
pesar de no poder mostrar hoy toda su grandeza debido al maltrato que le ha
dado la historia (saqueos, terremotos, abandonos temporales…), sigue siendo uno
de las construcciones humanas más increíbles de todos los tiempos.
El
Coliseo se empezó a construir hacia el
año 70 d.c., coincidiendo con el mandato del Emperador Vespasiano. Dada la
magnitud de la obra la inauguración del mismo no se produjo hasta diez años
más tarde, época en la que ya gobernaba Tito, el hijo del Emperador que había encargado la construcción. El emplazamiento que se eligió era el mismo en el que años antes se situaba otro anfiteatro más pequeño que quedó devastado por un incendio.
más tarde, época en la que ya gobernaba Tito, el hijo del Emperador que había encargado la construcción. El emplazamiento que se eligió era el mismo en el que años antes se situaba otro anfiteatro más pequeño que quedó devastado por un incendio.
Conviene
decir que, aunque no parezca tan grande cuando se visita, su aforo era
tremendo. Alrededor de 50.000 espectadores podían contemplar in situ los espectáculos que allí se
desarrollaban. La colocación de los espectadores no era al azar: las clases
altas ocupaban los asientos más cercanos a la arena y las clases populares
aquellos más alejados de la acción.
Lo más curioso eran los
espectáculos tan diferentes que allí tenían lugar:
- LUCHA DE GLADIADORES. Lo
más conocido. Los gladiadores podían ser hombres libres pero también esclavos o
criminales obligados a participar. Estos gladiadores se entrenaban en escuelas
y recibían especialización en un tipo de armas. Podían ser reciarios (los que
llevaban una red), tracios (los que luchaban con una espada corta), sagitarios… Los combates, a diferencia de lo que
se suele creer, no acababan siempre con la muerte de uno de los combatientes y,
muchos de los que morían lo hacían más bien por las heridas del combate que por una
ejecución en sí misma. Sobra decir que la película Gladiator es perfecta para
entender lo que sucedía dos mil años atrás.
- ESPECTÁCULOS CON ANIMALES. Los animales
podían participar en varios tipos de espectáculos. Algunos animales se
mostraban como trofeos, pues eran paseados ante los espectadores para demostrar
la grandeza del Imperio.
También podía haber peleas entre fieras. De lo más popular, las cacerías. Eran eventos
en los que uno o varios hombres ejercían de cazadores y trataban de dar muerte
a los animales allí presentados. En estas exhibiciones incluso se ambientaba la
escena con decorados que simularan el hábitat natural de las fieras. Quizá lo
más salvaje era aquel espectáculo que consistía en sacar a hombres y mujeres
indefensos para que fueran devorados por las fieras.
Es llamativo ver el avanzado mecanismo que
tenía el Coliseo para hacer aparecer y desaparecer animales, decorados…
Actualmente si visitamos el museo dentro del Coliseo podremos ver el sistema de
grúas y pasadizos que hacían posible la magia.
- BATALLAS NAVALES O NAUMAQUIAS. En este
espectáculo se pretendía simular una batalla naval en pleno anfiteatro. Si bien
no se sabe a ciencia cierta cómo funcionaba, parece ser que los anfiteatros más
importantes contaban con un sistema para poder ser llenados de agua y poder dar
cabida a un espectáculo de este tipo. Hay que decir que originalmente no se
representaban en anfiteatros, sino en ríos o recintos creados para la ocasión.
La idea era simular batallas históricas y
para ello no se escatimaba en medios o personal. Ni que decir tiene que muchos
de los participantes morían (muchos eran esclavos), pues la lucha era tan real
como la propia guerra. Eran espectáculos tan caros que no se hacían muy a
menudo, lo que creaba una gran expectación entre el público.
Lo más impresionante del Coliseo o de otros grandes
teatros de época romana es cómo sentaron las bases de lo que hoy son la mayoría de
recintos destinados a espectáculos. El uso de decorados, los pasadizos para
poder preparar el siguiente espectáculo fuera de la vista del público o la
distribución de las gradas son cuestiones que se han mantenido hasta nuestros
días.
Lo mejor es que, si tenemos oportunidad, viajemos a la
ciudad eterna para poder apreciar tanto el Coliseo como otras grandes obras de
la ingeniería romana. Puede que vivamos en un mundo muy avanzado, pero hace dos
mil años, nuestros antepasados, no nos iban a la zaga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario